Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

II Macabeos 7, 10-21

10 Después de éste, fue castigado el tercero; en cuanto se lo pidieron,
presentó la lengua, tendió decidido las manos

11 (y dijo con valentía: «Por don del Cielo poseo estos miembros, por
sus leyes los desdeño y de El espero recibirlos de nuevo).»

12 Hasta el punto de que el rey y sus acompañantes estaban
sorprendidos del ánimo de aquel muchacho que en nada tenía los dolores.

13 Llegado éste a su tránsito, maltrataron de igual modo con suplicios
al cuarto.

14 Cerca ya del fin decía así: «Es preferible morir a manos de
hombres con la esperanza que Dios otorga de ser resucitados de nuevo por
él; para ti, en cambio, no habrá resurrección a la vida.»

15 Enseguida llevaron al quinto y se pusieron a atormentarle.

16 El, mirando al rey, dijo: «Tú, porque tienes poder entre los
hombres aunque eres mortal, haces lo que quieres. Pero no creas que Dios
ha abandonado a nuestra raza.

17 Aguarda tú y contemplarás su magnifico poder, cómo te
atormentará a ti y a tu linaje.»

18 Después de éste, trajeron al sexto, que estando a punto de morir
decía: «No te hagas ilusiones, pues nosotros por nuestra propia culpa
padecemos; por haber pecado contra nuestro Dios (nos suceden cosas
sorprendentes).

19 Pero no pienses quedar impune tú que te has atrevido a luchar
contra Dios.»

20 Admirable de todo punto y digna de glorioso recuerdo fue aquella
madre que, al ver morir a sus siete hijos en el espacio de un solo día, sufría
con valor porque tenía la esperanza puesta en el Señor.

21 Animaba a cada uno de ellos en su lenguaje patrio y, llena de
generosos sentimientos y estimulando con ardor varonil sus reflexiones de
mujer, les decía: